El olivo, Olea europea L
var. Europaea, es un árbol que posee un tronco de color gris claro, lleno de
protuberancias y fisuras, especialmente en los ejemplares más longevos, en los
cuales destaca su gruesa cepa. Además de la importancia de su fruto, utilizado
para la elaboración de exquisito aceite de oliva, su madera es muy dura, homogénea,
compacta y con un precioso veteado por lo que es muy apreciada en ebanistería.
Fuente: Isidro Canóniga. A Morteria
Aparece como árbol
cultivado en prácticamente todas las regiones de clima mediterráneo con
exposición soleada. En El Bierzo y, en otras comarcas cercanas, se plantó desde
muy antiguo en las inmediaciones de iglesias y cementerios. En algunas zonas
como Campañana y Carucedo se llegó a elaborar aceite, hasta tiempos recientes.
Autor: Alfonso Fernández-Manso |
EL OLIVO EN CASTILLA Y LEON
El olivo (Olea europaea) crece de forma silvestre (acebuche o zambuñu) en los valles más térmicos de León y Zamora, así como en el sur de Ávila y Salamanca. Tradicionalmente se han plantado olivos en los alrededores de iglesias y ermitas, apreciados por su valor ceremonial y su significado de eternidad (es uno de los árboles de mayor longevidad). Se emplean por el valor simbólico en las celebraciones cristianas del Domingo de Ramos. También el aceite de oliva se emplea para los Santos Óleos en ceremonias como bautizos y ordenaciones. Estas razones han dado al olivo un rango especial y en numerosas localidades ha mantenido viejísimos ejemplares, como los de Labaniego en El Bierzo, así como en numerosas poblaciones de León y Zamora.